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Aunque las calles parecen vacías y la actividad en las ciudades cae, la temporada estival es un tiempo dorado para el marketing. Las grandes marcas emiten sus singles veraniegos y disputan ser el centro de atención en los lugares de descanso. La razón es simple: los consumidores están más relajados y tienen tiempo libre, lo que transforma a esta estación en una aliada para conseguir impactar en los clientes, generar más ventas o crear recuerdos de marca duraderos.
Las acciones comerciales durante el verano son relevantes para todo tipo de negocios. En especial, las empresas que fabrican productos estacionales, como helados, bebidas y servicios vinculados al turismo. Para ellos, se trata de una preparación de todo el año, que incluye campañas de difusión, un aumento en la producción y un esfuerzo en la logística para llegar a los destinos. Para todos los demás, que haya una caída estacional en las ventas no significa que no sea un tiempo para aprovechar, tanto para fortalecer la empresa por dentro como llegar mejor al cliente.
Las campañas veraniegas, como toda acción de marketing, debe incluir una planificación en varios aspectos. El primero es definir un objetivo, es decir, cuál será la meta para tus estrategias de temporada y las acciones a llevar a cabo para cumplirlas. Estas dependerán de cómo el verano impacte en tu negocio. Podemos definir tres tipos de circunstancias especiales:
Productos estacionales. Si estás acostumbrado a que tus ventas crezcan en verano, lo ideal es revisar qué estrategias funcionaron los años pasados para replicarlas y eliminar o redefinir las que fallaron. Luego, será el turno de revisar qué hace la competencia para así diferenciarse. A la hora de la logística, es necesario pensar en dos variables esenciales: tu cliente y sus momentos de compra. ¿Dónde viajarán? ¿Qué harán? Factores muy diversos como el contexto económico o hasta el pronóstico del tiempo pueden ayudarte a responder estas preguntas.
Productos de invierno. Si tu negocio se basa en la tendencia contraria; es decir, en bienes y servicios que se consumen con más frecuencia en invierno, el verano también puede ser una oportunidad. En mercados como café, chocolates, productos de oficina, medicamentos y otros como electrodomésticos, las firmas del sector apuestan a ‘desestacionalizar’ su consumo. Existen múltiples estrategias para hacerlo. Por ejemplo, confiterías que ofrecen helados y cafés fríos; o descuentos agresivos para quienes adelanten compras, como productos electrónicos y resmas de papel para oficina.
No estacionales. La mayoría de los productos y servicios no sufren los vaivenes del verano. Eso no significa ‘no hacer nada’. Si este es tu caso, se recomienda generar campañas para aumentar la recordación de marca y un vínculo positivo emocional con los clientes, aunque eso no signifique vender más en el corto plazo. Por otro lado, los expertos en gestión aseguran que el arranque del año es el tiempo más eficaz para realizar cambios en el negocio, planificar acciones, definir proyectos y hasta realizar una limpieza exhaustiva del depósito.
Los clientes, al estar más relajados y con tiempo libre, están también más dispersos, aunque con más vocación de consumir. Por eso es clave identificar las actitudes y hábitos propios del verano. La cartelería y publicidad en vía pública se vuelve más relevante y hasta el cine y otros lugares donde se aprecie el aire acondicionado. El consumo de medios se vuelve más móvil que nunca, por lo que los contenidos y propuestas deben ser breves, sencillas y deben adaptarse al tamaño de una pantalla de teléfono celular.
Los mensajes también deben adaptarse. Las campañas en la temporada estival suelen impactar más cuando hay mensajes alegres y positivos, apelando a valores como la familia y los amigos. La estética se vuelve más clara y luminosa. Por último, generar experiencias es un imperativo en estos tiempos más relejados: desde actividades para vecinos en el punto de venta hasta visitas a la fábrica, todo es mejor bienvenido en esta época del año.
El calor es una oportunidad para no dejar atrás. Las ideas no se toman vacaciones. ¿Cómo vas a aprovecharlas para tu negocio?