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El concepto de ahorro está muy inculcado en el universo de las finanzas personales: las familias ahorran para poder pagar vacaciones, cambiar el auto o mantener la calidad de vida a la hora de la jubilación. ¿Pero qué pasa en el caso de los negocios? Los expertos aconsejan incorporar el concepto del ahorro a las finanzas corporativas. La razón es que, además de ganar rentabilidad, reservar fondos permitirá enfrentar desafíos a futuro. Después de todo, los ciclos económicos son una constante esperable en cualquier economía.
¿Qué quiere decir ahorrar? Al igual que sucede en las familias, este término tiene dos variantes. La primera significa reservar una porción de nuestros ingresos actuales para ser utilizados en el futuro. En segundo lugar, ahorrar también significa evitar costos innecesarios. Y en este punto, no sólo es posible ahorrar dinero, sino también tiempo, energía o desgastes de maquinaria.
A continuación, te ofrecemos siete claves para poder incorporar el ahorro en tu plan financiero.
1) Prevenir el futuro. Los fondos anticíclicos son una excelente manera de anticiparse a los vaivenes de la economía. Consiste en separar en forma mensual o trimestral fondos del flujo de la empresa y colocarlos en inversiones seguras y líquidas para enfrentar posibles quiebres en la cadena de pago o disminuciones abruptas de la demanda.
2) Seguros. Los seguros son la forma más económica de prevenir riesgos futuros. Toda empresa, por más pequeña que sea, enfrenta riesgos que podrían poner en peligro las operaciones. Inundaciones, robos, incendios o juicios de responsabilidad civil pueden cubrirse fácilmente.
3) Planificar los gastos. Es el pilar fundamental del ahorro y la eficiencia productiva. No existen ‘trucos’ para ahorrar, sino que el orden y la planificación es el que termina generando esa optimización del uso de los recursos. Programar las compras, por ejemplo, permite generar fuertes ahorros en la negociación con los proveedores.
4) Presupuestos dinámicos. La teoría en gestión de empresas indica que idealmente cada área del negocio debe elaborar presupuestos de gastos anualmente. Sin embargo, esto supone muchas veces gastos innecesarios ya que se tiende a consumir el máximo del presupuesto asignado. Hoy, las empresas modernas premian los ahorros generados hacia el interior de la compañía.
5) Compartir recursos. Tendencias como las oficinas compartidas o el carpooling tienen detrás la idea de maximizar el uso de los recursos. Además, mejoran el clima laboral. Compartir permite además transformar los costos de fijos a variables y, de esta manera, pagar sólo cuando efectivamente se utilizan los recursos.
6) Ahorros concretos. La creatividad y el estudio pormenorizado de los costos es la que termina generando ahorros por gastos no necesarios. Algunos ejemplos nos permiten dar una idea del concepto: garantizar que todas las máquinas y luces estén apagadas al término de la jornada; limitar las impresiones y, las necesarias, hacerlas en doble faz y sólo en negro; hacer un uso racional de la ‘caja chica’, entre muchas otras opciones.
7) El rol de la digitalización. La tecnología está cambiando la forma de hacer negocios y los ahorros que generan son superlativos. En esta guía te explicamos de qué se trata y cómo podés comenzar a implementarla en tu negocio.
En definitiva, las empresas también tienen que ahorrar. La forma de hacerlo puede variar según el rubro y tamaño del negocio, pero no hacerlo es perder una oportunidad para ganar eficiencia y prepararse para momentos complejos. ¿En qué vas a ahorrar hoy?