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Vender por Internet es una tendencia tentadora. El año pasado se generaron más de 47 millones de órdenes de compra por $ 102 mil millones, una facturación que duplica a la de los centros de compra, según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE). Con una tasa de crecimiento anual de 24% en unidades, cada vez son más las empresas argentinas que buscan dar el salto hacia el comercio electrónico. Sin embargo, antes de hacerlo, conviene hacer una revisión sobre cuatro procesos internos que resultan críticos para ser exitosos en este tipo de canal.
El proceso de compra no se termina cuando el cliente paga. La llegada de tus productos a manos del usuario en tiempo y forma será importante para finalizar efectivamente la transacción y no generar falsas expectativas. En primer lugar, la información y el seguimiento centralizado de los envíos será un punto primordial para tu empresa a la hora de pensar la logística. En este caso, es recomendable contar con un ‘panel de control’ que reúna y ejecute de manera práctica y efectiva, datos y procesos como los historiales completos, las búsquedas de los diferentes envíos y, sobre todo, los datos sobre el estado de los pedidos.
La inmediatez es una variable clave para tener en cuenta. Contar con un aliado logístico que realice entregas en 24 o 48 horas contribuirá a la competitividad y, mejor aún, a la fidelización de los clientes. Hoy, los principales correos poseen plataformas para realizar envíos rápidos, aunque el proceso requiere de un entrenamiento especial para que sea efectivo.
Para incrementar tus ventas y potenciar tu marca será vital realizar campañas de marketing. Además de la publicidad en buscadores o redes sociales, una de las acciones claves es la generación de contenido relevante y valioso para atraer la atención de tu público objetivo. Crear una ‘landing page’ (página de destino en tu Web) que permita obtener los datos de potenciales clientes es esencial para concretar las ventas. Por otra parte, tu Web debe tener una usabilidad dinámica para que el usuario continúe de manera óptima el proceso de compra.
Asimismo, es necesario preparar estrategias como ‘crosselling’ y ‘upselling’; es decir, ofrecer al cliente un producto similar o complementario al que quiere comprar o que ha adquirido. Esto permitirá a tu marca evitar la migración de compradores a otros sitios y podrá aumentar el valor del ‘carrito de compra’. A su vez, es importante monitorear, para saber qué está pasando y cómo se están comportando los usuarios. Herramientas como Google Analytics te ayudarán a lograrlo. Si muchas de estas palabras suenan extrañas en tu empresa, será clave que las aprendas o puedas tercerizar esta tarea de forma confiable, ya que es el marketing online el que se encargará de atraer a tus potenciales clientes.
Hacer más fácil el proceso de pago. Este es el objetivo que tendría que perseguir tu negocio. Estudios privados muestran que más de la mitad de los usuarios dan marcha atrás en sus compras en este último paso. Para evitar este inconveniente, debemos ofrecer un método que sea fácil, cómodo y seguro. Los medios de pagos por excelencia más utilizados en la actualidad son las tarjetas de crédito. De hecho, según CACE, un 88% de las compras en 2016 se pagaron con ese medio de pago.
Las tarjetas de crédito utilizan una pasarela de pago o ‘TPV virtual’ donde el comprador ingresa sus datos y acepta el pago, de acuerdo con la entidad emisora. Si no aceptas tarjetas en forma directa, es posible utilizar soluciones de fácil aplicación como TodoPago. Otra forma es aceptar envíos por medio de billeteras electrónicas. En cualquier caso, es esencial estar bancarizado para poder retirar y administrar los fondos que lleguen por tus ventas online.
No existe una ‘mejor plataforma’ para desarrollar el canal de comercio electrónico. Cada una de las existentes tiene ventajas y desventajas según el tipo de empresa que las vaya a utilizar. La clave en este caso es que, cualquiera sea la elegida, hay que familiarizarse y saber utilizarla al detalle. Esto garantizará un flujo de información confiable con tus clientes y proveedores. Vender online significa estar dispuesto a responder en tiempo real a tus potenciales compradores, a verificar la disponibilidad de stock y adaptarse al manejo de herramientas informáticas que cambian en forma permanente.
Por otra parte, antes de elegir la plataforma, debemos entender cuál se adapta mejor al negocio, el rubro o al público al que apuntamos. Ya sea que la compra se dé a través de un teléfono celular, una tablet o una computadora, la respuesta deberá ser igual de efectiva para cada caso. Por eso, la adaptabilidad es clave. Asimismo, intuición y practicidad van de la mano. Cuanto más fácil sea presionar un botón de compra y más sencillo sea llegar a él, mayor será el caudal de ventas.